martes, 5 de octubre de 2010

Nunca fui buen capitán.

Los detalles son importantes.
Muestran interés, cariño, etc.
Y es cómico, darse cuenta que esos mismos detalles son los que hicieron lo que hicieron.
¡Dios! No era tan difícil darse cuenta, solamente faltaba el cartel luminoso indicando que había que hacer. Y como no estaba, no supiste darte cuenta.
¿Creías que habias dado todo?. Pensá de nuevo.
Siempre cinco para el peso, siempre abrazo nunca un beso, y ahora ni torta ni pan.

Cada ser tiene un destino... ♪

1 comentario:

  1. (más allá del texto, quería decirte, las imágenes del costado son geniales jajajaja)

    ResponderEliminar